Doña Desgracia cara larga y asustada, poco pelo pero bien peinada; así era mi esposa de la que me enamore un sábado en la madrugada, quería deshacerme de ella y no podía por que me invadía la pena, solo su cuerpo me gustaba de ella.
Su cabeza era fea y me asustaba al verla, solo yo me preguntaba como pude casarme y dormir cada noche con ella. Ahora recuerdo su cabeza, por que me quede con ella, anoche la mate al no poder creer que me case con ella.
Su cabeza era fea y me asustaba al verla, solo yo me preguntaba como pude casarme y dormir cada noche con ella. Ahora recuerdo su cabeza, por que me quede con ella, anoche la mate al no poder creer que me case con ella.
Victoria Yazmin Merlo Vázquez
2 comentarios:
me gusto mucho es muy ironico, comico y real a la vez.
Brissa sordo
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