Ahora, aquí, no sé por que estoy acá, en este obscuro, frío y húmedo sitio, sólo siento un gran dolor en mi cuello, ¡ah! , siento estar fragmentado y un punzar agudo taladra mi cabeza, sé que hay una gran pena sobre mí, Mordieu…recuerdo…no puede ser…yo…Luis XIV… Robespierre… Maldito, debo salir y ayudar a mi esposa, pero…no puede ser , es arena La que me impide el movimiento , debo evitar que la pena capital caiga sobre María Antonieta; Sólo Dios podría permitir tan atroz castigo, el serenamiento de mi cabeza … una muchedumbre enardecida …ahora los recuerdos llegan…Maldito au nom de Dieu, Robespierre, mirad que atreverse a irrumpir en mis aposentos sin anunciarse en el matinal descanso y tratarnos como viles criminales ami esposa y a mi: atarnos y llevarnos a a la plaza central de París, ahí ,en medio , una guillotina… me abofetearon ,humillaron y colocaron mi cabeza en tan demoníaca maquina , ante ala algarabía del más paupérrimo proletariado ,sí, eso pasó, y ahora… ahora…!no¡… estoy guillotinado, sólo espero, pour Dieu, hayan tenido ,al menos compasión de mi bella y noble esposa , María Antonieta, y mi descendencia , y si lo hicieron ,sólo espero que la peor muerte, igual o peor a la mía caiga sobre sus hombros y sea también derramada su impía y mil veces maldita sangre , eso espero en nombre de Dios.
Saúl Kennet Domínguez Ocampo
No hay comentarios:
Publicar un comentario