Había una vez, un pollo y una cucaracha, que vivían en un tulipán, hasta que cierto día; decidieron irse a vivir a otro lado, para poder criar a sus hijos, los cuales eran: un mosco y una tortuga.
Un día, cuando el pollo estaba paseando por los árboles, se encontró con un abejorro y le pregunto-¿De casualidad no sabe donde puedo comprar una casa nueva?- a lo cual el abejorro contesto-si a tres cuadras de la sandia, y da vuelta en el elote- gracias- le contesto el pollo y siguió el camino que la había dicho el abejorro, pero cuando llego al lugar se sorprendió, porque solo había una rana.
Confundido el pollo, le pregunto al la rana lo mismo que al abejorro, pero al simplemente lo volteo a ver y le dijo-llegue mañana a las 6:00 a.m. a esta dirección-avenida del arroz, esquina con telera número 00. Pero no llegue tarde- dijo la rana.
El sin preguntar y como si nada, llego a la mañana siguiente, donde la rana ya lo estaba esperando.-bienvenidos esta es la casa, pasen-dijo la rana, el pollo y la cucaracha sorprendidos por lo grande que era la casa, decidieron comprarla ese mismo día, sólo que no tenían mucho dinero.
Preocupado el pollo, le pregunto a la rana-¿Qué cual era el precio de la casa?, a lo cual la rana le contesto-son tres dientes de caballo- pero el pollo solo traía dos dientes, la rana triste le dijo,- no importa démelos: al fin y al cabo a mí me despiden mañana, y así la cucaracha emocionada, por su nueva casa, comenzó a decorarla con pedazos de naranja.
Pasaron dos años, hasta que el mosco y la tortuga se preguntaron, ¿En donde vivimos?, y decidieron que ya era tiempo de explorar su casa, ya que era muy grande y nunca lo habían hecho. El primer día, se encontraron con un tubérculo que lo sabía todo, el segundo día, se encontraron con unos gemelos, que siempre miraban al horizonte, el tercer día, por poco caen, en unos hoyos negros cubiertos de maleza, el cuarto día, se encontraron con una extraña, que no dejaba de hablar, al quinto día, decidieron regresar, pero cuando iban de regreso. Se dieron cuenta, que había dos caminos; uno hacia la izquierda y uno hacia la derecha, y se preguntaron ¿Hacia donde podemos ir?, a lo cual la tortuga contesto- a la derecha, porque soy diestra- el mosco la interrumpe de golpe y dice-no como crees, yo digo que hay que ir a la izquierda, porque soy siniestro, pero la tortuga simplemente lo miro, y soltó una carcajada.
El mosco molesto respondió; esta bien, ni tu ni yo, tirare una moneda y el que gane decide hacia donde ir, esta bien yo escojo cara-dijo la tortuga. El mosco tiro la moneda y cunado le mosco retiro la mano, vieron que había caído cara-gane escojo y hacia la izquierda- dijo la tortuga mientras el mosco la miraba con malicia.
Ya en el sexto día, cunado iban por el camino, observaron una salida con un poco de luz, y al salir, se dieron cuenta, que vivían en la cabeza de su tío. Al séptimo día, llegaron con el pollo y la cucaracha, y le dijeron-porque no nos dijeron que, vivíamos en la cabeza de mi tío, a lo cual ellos contestaron- por que nosotros tampoco lo sabíamos.
Un día, cuando el pollo estaba paseando por los árboles, se encontró con un abejorro y le pregunto-¿De casualidad no sabe donde puedo comprar una casa nueva?- a lo cual el abejorro contesto-si a tres cuadras de la sandia, y da vuelta en el elote- gracias- le contesto el pollo y siguió el camino que la había dicho el abejorro, pero cuando llego al lugar se sorprendió, porque solo había una rana.
Confundido el pollo, le pregunto al la rana lo mismo que al abejorro, pero al simplemente lo volteo a ver y le dijo-llegue mañana a las 6:00 a.m. a esta dirección-avenida del arroz, esquina con telera número 00. Pero no llegue tarde- dijo la rana.
El sin preguntar y como si nada, llego a la mañana siguiente, donde la rana ya lo estaba esperando.-bienvenidos esta es la casa, pasen-dijo la rana, el pollo y la cucaracha sorprendidos por lo grande que era la casa, decidieron comprarla ese mismo día, sólo que no tenían mucho dinero.
Preocupado el pollo, le pregunto a la rana-¿Qué cual era el precio de la casa?, a lo cual la rana le contesto-son tres dientes de caballo- pero el pollo solo traía dos dientes, la rana triste le dijo,- no importa démelos: al fin y al cabo a mí me despiden mañana, y así la cucaracha emocionada, por su nueva casa, comenzó a decorarla con pedazos de naranja.
Pasaron dos años, hasta que el mosco y la tortuga se preguntaron, ¿En donde vivimos?, y decidieron que ya era tiempo de explorar su casa, ya que era muy grande y nunca lo habían hecho. El primer día, se encontraron con un tubérculo que lo sabía todo, el segundo día, se encontraron con unos gemelos, que siempre miraban al horizonte, el tercer día, por poco caen, en unos hoyos negros cubiertos de maleza, el cuarto día, se encontraron con una extraña, que no dejaba de hablar, al quinto día, decidieron regresar, pero cuando iban de regreso. Se dieron cuenta, que había dos caminos; uno hacia la izquierda y uno hacia la derecha, y se preguntaron ¿Hacia donde podemos ir?, a lo cual la tortuga contesto- a la derecha, porque soy diestra- el mosco la interrumpe de golpe y dice-no como crees, yo digo que hay que ir a la izquierda, porque soy siniestro, pero la tortuga simplemente lo miro, y soltó una carcajada.
El mosco molesto respondió; esta bien, ni tu ni yo, tirare una moneda y el que gane decide hacia donde ir, esta bien yo escojo cara-dijo la tortuga. El mosco tiro la moneda y cunado le mosco retiro la mano, vieron que había caído cara-gane escojo y hacia la izquierda- dijo la tortuga mientras el mosco la miraba con malicia.
Ya en el sexto día, cunado iban por el camino, observaron una salida con un poco de luz, y al salir, se dieron cuenta, que vivían en la cabeza de su tío. Al séptimo día, llegaron con el pollo y la cucaracha, y le dijeron-porque no nos dijeron que, vivíamos en la cabeza de mi tío, a lo cual ellos contestaron- por que nosotros tampoco lo sabíamos.
Ivan Rigoberto López Sandoval
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