Puesta en una charola de plata sobre la mesa bien arreglada, aun con todas sus partes, fresca, recién cortada, humeda, pegajosa y con semblante de éxtasis que después servirá como escenario de fotografía, enjambre de policías y primeras planas en periódicos. La cabeza del masón como Juan Bautista.
Brissa Elena Sordo González
1 comentario:
La verdad me encanta, corto pero preciso, muy interesante...
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